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Técnicas contemporáneas: ¡diversión asegurada!

julio 5, 2010

Todos sabemos que el estudio riguroso de la técnica y del sonido, y la estricta disciplina para hacerlo, son de los aspectos que más admiran en los músicos las personas que no lo son. Si realmente supieran cuántas horas de escalas, arpegios y “ruiditos” puede sumar en un año un flautista, no sólo resultaría impresionante, sino que seríamos declarados héroes, nuestros vecinos serían santificados, si hubiese un premio Nobel a la paciencia sería nuestro!!!! ¡¡Ahh lo siento!!, me dejo llevar…. Realmente pasamos muchas horas estudiando técnica, y no quiere decir que nos guste tanto, creo que ese punto ya quedó claro.

Sin embargo, hay 2 ejercicios de técnica que particularmente a mi me funcionan muy bien, me ayudan a calentar, y a conocer mejor mi instrumento y las posibilidades sonoras que tengo en él. Estos ejercicios son el de ensuciar-limpiar, y la práctica de glissandos.

Imagen: stevendepolo

El primero, consiste en tocar una nota de fácil emisión (como un LA) lo más relajado posible, haciendo sonar aire junto a la nota, podemos lograrlo pronunciando la letra F; debemos procurar que ninguno de los dos sonidos se corte, deben sonar la nota y el aire simultáneamente. Una vez “ensuciado el sonido”, podemos pasar a “limpiarlo”. En esta segunda parte del ejercicio trataremos de quitar el “ruido de aire” que hemos generado sin que se detenga la emisión de la nota que estamos tocando, debes siempre mantener la presión para que no caiga la columna de aire y procurar hacer una emisión relajada. Cuando ya tenemos dominado el paso de sonido sucio a sonido limpio, podemos ir variando las notas cromáticamente y las duraciones entre cada una de las etapas. Es importante tomar en cuenta que las primeras veces este ejercicio puede ocasionarnos leves mareos, lo mejor es practicarlo de manera progresiva.

El segundo ejercicio que me hace escuchar sonoridades sorprendentes que hacen de mi afición a la flauta una filosofía, es el de los glissandos. Un glissando consiste en tocar todas las notas intermedias posibles de un intervalo. En patadesí queremos invitarte a que te atrevas a explorar los sonidos, empieza desde un RE (octava grave), hazlo sonar y ve destapando de manera deslizante cada agujero hasta llegar al Fa, descubre cuántos sonidos puede encerrar tu flauta en una tercera menor, escucha como suena, memorízalo, ahora: ¿lo puedes cantar? ¡Pruébalo es realmente divertido!

Por cierto, sé de dos grandes flautistas que también se divierten con las técnicas contemporáneas si acaso no me creen, juzguen ustedes mismos: se trata de Robert Dick inventor de la “cabeza glissando”, y Greg Patillo, padre del flutebox, (¡vaya par!) en una sesión distendida de improvisación, después de ver esto, ¡todos queremos una cabeza glissando!… Pero la técnica también funciona 😉 ¡a disfrutarlo!

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